16 de junio de 2009

MARCOS PAZ NO SE OLVIDA!!!

Desde 1977 no había servicios regulares de trenes de pasajeros en la estación de la Trocha.
Solamente había sobrevivido el carga con coche a Patricios, cuya circulación se fue tornando cada vez más irregular, llevando a veces el coche y otras veces no, o a veces directamente a no circular. Para 1984 virtualmente sólo pasaban los cargueros, principalmente el regular diario 5013/5014 BsAs – Tapiales – Sorrento, en las cercanías de Rosario, y viceversa, que todas las tardes-noche pasaba silenciosamente hacia Buenos Aires, casi siempre al mando de una locomotora General Electric 4GE756, la incon
fundible“Cooper”.

Fragmento del Itinerario de Trenes Interurbanos de Pasajeros y Cargas Nº11 de la Linea General Belgrano vigente desde el 14 de diciembre de 1981.

El invierno de 1985 trajo una sorpresa, se empezó a correr la voz de que “volvía el tren de la Trocha”. Y efectivamente así fue, en junio de ese año empezaron a aparecer en Marcos Paz las General Electric U12C deterioradas que el Belgrano usaba para los locales a González Catán, que tiempo atrás ya habían sido extendidos unas cuatro veces por día hasta 20 de Junio. El nuevo servicio era hasta Marcos Paz solamente, con dos trenes por la mañana y dos por la tarde. Las U12 remolcaban coches variados: a veces la formación estaba formada por ex acoplados de coches motores Ganz Mávag de 1961, que habían sufrido una pequeña reforma por la eliminación de su baño y el agregado de una puerta de acceso en ese lugar. Otras veces la formación era de coches holandeses construidos para servicio local en los años 50. Ambas opciones contaban con asientos de cuerina. Había una tercera alternativa en cuanto a material remolcado, que eran los coches construidos en los talleres Tafí Viejo que también se usaban en estos locales, aun pintados de marrón, con asientos de madera colocados por Ferrocarriles Argentinos en los años 70 para “prevenir” la destrucción de los de cuerina originales. Los coches Tafí tenían el atributo de tener una gran cantidad de vidrios rotos o faltantes, dado el escaso mantenimiento que se les hacía, lo que transformaba un viaje de Marcos Paz a González Catán de una mañana de invierno en una auténtica aventura sólo para valientes… podríamos incluir en esta categoría a un par de maestras de la Escuela 12 que tomaba uno de los servicios de la mañana para bajarse en el apeadero del 45. Los pasajeros que subían en Marcos Paz no eran usualmente más de 10 en los trenes de hora pico… además de las maestras, algunos de ellos viajaban a González Catán o Laferrere, y un grupito más reducido hacía el viaje diario de ida y vuelta hasta la capital.
En la primavera de 1986 sucedió un hecho singular, que fue la corrida de un tren de pasajeros especial a Patricios con motivo de conmemorarse en esa localidad el aniversario de una escuela. El “paraguayo” Rocha, el único jefe de estación que tuvo Marcos Paz en los años 80 y hasta su clausura, le tomó una foto cuando ese tren estaba llegando a Marcos Paz, foto que luego me obsequió dado que había estado con él allí pero no tenía cámara de fotos para retratarlo.

Con el tiempo los coches Tafí empezaron a aparecer pintados como los Ganz Mávag o los holandeses Werkspoor/Beijnes, esto es, con el clásico amarillo y rojo con una franja azul intermedia que FA usaba para coches de servicios locales (el denominado esquema “colibrí”), y un buen día, a más de un par de años de reinaugurado el servicio, se anunció la prolongación de los mismos hasta Villars. Mientras tanto, los remolcados Ganz Mávag iban desapareciendo, haciendo cada vez más frecuente el uso de Tafí con la consiguiente incomodidad para el pasajero. Con el tiempo empezaron a viajar desde Catán algunos peones de quintas de verduras ubicadas entre 20 de Junio y el 45, para lo cual el propietario de las quintas construyó cerca de 1990 un andén de tierra, de modo tal de facilitar el ascenso y descenso de pasajeros en esa parada, que no figuraba en los horarios.

La extensión a Villars trajo consigo la eliminación de un servicio diario de la mañana y otro de la tarde, quedando entonces dos servicios diarios en cada sentido, uno a la mañana temprano y otro al atardecer.







En la
foto de abajo se ve el servicio del atardecer retornando de Villars a Buenos Aires, conformado por coches Tafí ya pintados con el clásico “colibrí”.


Los domingos se mantenían los servicios, sólo que en horarios diferentes. En particular, el de la mañana pasaba, en ambos sentidos, más tarde (alrededor de las 9 hs.). Mientras tanto los cargueros se hacían cada vez menos frecuentes, quedando el clásico 5013/5014 al pie del cañón, pasando silenciosamente todas las tardecitas con su Cooper, aunque cada vez más se veían otras locomotoras, como Fiat Transfer o hasta alguna U12 de los locales, esto debido a los cada vez mayores problemas de tracción de Ferrocarriles Argentinos por falta de mantenimiento.
Las incursiones por el ramal G4 hacia Patricios eran cada vez más esporádicas, hasta desaparecer totalmente hacia principios de los años 90.





En las siguientes fotos se ve al 5014 en un atardecer de verano, desviado en Marcos Paz para esperar el cruce con el local a Villars proveniente de estación Buenos Aires.

La gran huelga ferroviaria de febrero/marzo de 1991 resintió el servicio, tanto el de carga como el de pasajeros. A partir de entonces el ramal a Patricios se abandonó, el 5013/5014 empezó a ser cancelado algunos días, o a correr en horarios insólitos. El servicio de pasajeros se reanudó, pero su suerte estaba echada. La creación de FEMESA luego de esa huelga llevó finalmente a su supresión definitiva alrededor de 1992.
Sólo quedó el 5013/5014 corriendo muy irregularmente, el que también duraría muy poco tiempo más. Sin embargo, un milagro ocurrió en 1993, con la reapertura temporal del ramal a Patricios en plena época de eliminación de servicios de trenes de pasajeros. Pero esa, es otra historia...

EL RELATO Y LAS FOTOS SON DE CARLOS SKERK, A QUIEN AGRADECEMOS PROFUNDAMENTE POR HABER COMPARTIDO ESTO CON NOSOTROS.